Ya no soy la mujer que fui.
Se apagó en mi cintura
el fuego en el que ardiste
y que me llevó a la locura.
Mi rostro no es el mismo
sin morir a tu lado,
sin el calor de tus labios de arena.
Descubro el color gris del recuerdo,
y anegada de lluvia y deseo,
me desnudo de pena y de tiempo.
Ya no soy la mujer que fui.
Hoy regreso al mudo atardecer
de imágenes y silencio
y vuelvo a amarte,
esta vez,
vestida de invierno.
Se apagó en mi cintura
el fuego en el que ardiste
y que me llevó a la locura.
Mi rostro no es el mismo
sin morir a tu lado,
sin el calor de tus labios de arena.
Descubro el color gris del recuerdo,
y anegada de lluvia y deseo,
me desnudo de pena y de tiempo.
Ya no soy la mujer que fui.
Hoy regreso al mudo atardecer
de imágenes y silencio
y vuelvo a amarte,
esta vez,
vestida de invierno.
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