viernes, 4 de abril de 2014

Seguiré siendo una extraña

Hasta que descubras
que se esconde bajo mi ropa,
si me entrego a mis perversiones,
que hago cada madrugada
con la piel que me estorba.




Hasta que conozcas
el olor del frío cuero,
el tentador roce
de unas medias que ahogan,
el temblar al gélido besar del acero.
Hasta que descubras
la mágica pulsión
del dolor que te lleva al cielo,
el dulce resbalar
de unas caderas que se empañan,
no me habrás conocido...
Seguiré siendo una extraña.




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