No todo está escrito...

 

 

No todo está escrito
sobre mi piel,
no siempre librarás la
carnal batalla
con tus caderas.
Tendrás que libar
mis rincones más oscuros
para,
sólo entonces,
ser capaz de conocer mi alma.

 

 

 

Hasta llegar a ti...

Hasta llegar a ti;
vencí mis miedos,
me despojé de otras pieles,
hundí mis naves,
rompí mis silencios,
negué el calor de tus labios
y, sobre las cenizas de tu deseo,
rehice, al fin, el vuelo.

Amame...

Amame
sin más miedo que
no poder saciarme,
Acogeme,
en el paraíso de tu cuerpo
sin límites.
Deja que consuma tu carne,
sin otro deseo
que agotarme en ti.
Aleja de mi piel,
la sed del recuerdo,
para convertirte en mi veneno.

Recorro tu cuerpo...

Recorro tu cuerpo
guiada por la carnal brújula
de mis instintos.
Dibujo el mapa de tus caderas,
con el compás impúdico
de mis labios.
Me hundo en todos tus rincones
sin que este naufragio,
en el océano de tu carne,
me acerque a otra orilla
que no sea tu boca.

Descansa en mi.

Descansa en mi.
En el calor de mis entrañas,
en la complicidad de mi deseo,
en el olvido de todas las batallas
que perdiste en otras pieles.

Despierto...

Despierto
de la rutina del abandono,
acariciando mi piel adormecida.
Arrasaste mi vida,
huracán de pasión y de emociones,
que aún albergo
en las esquinas de mi alma.

Me diste libertad para amarte...

Me diste libertad para amarte,
para poseer tu cuerpo
y rebautizar tu alma.
Te hice mío y enloquecí
hasta dejar de ser yo,
hasta,
poco a poco, morir.
Atada al deseo,
irrompible eslabón
de tu cadena.

Envuelta en cuero ...

Envuelta en cuero,
haré que tu deseo estalle.
Te poseeré,
sin que se rocen nuestras pieles,
te amaré,
sin que se humedezcan
tus labios
con mi aliento.
Nada será más cruel
que ver cómo
me alejo lentamente...
Mientras tu cuerpo
se estremece al recordar
el abrigo febril de mis caderas.

Dame tu aire para seguir viviendo

Dame tu aire para seguir viviendo.
Regresa a mí, fundiendo
tu cuerpo con el mio.
Respira el calor de mi aliento
para amarme,
sin miedo a perderme.

Déjame apartar mis labios de los tuyos

Déjame apartar mis labios de los tuyos,
alejarme de ti
con la urgencia
de quien cree morir,
si no regresa a tu cuerpo
por diferente camino.

Navego en el mar de tus ojos

Navego en el mar de tus ojos,
respiro el aire
con que me alimentan tus besos.
Me balanceo,
frágil,
en la quietud de tus caderas.
Descanso,
abrigado en tu piel
a la espera de volver a sentirme vivo.

La mayoría de palabras

La mayoría de palabras
que alberga tu cuerpo
dejan caer sus letras,
una tras otra,
cada vez que te amo.
A través de mis manos,
cobran vida en el papel,
mientras sangro tu ausencia.

Te rindes

Te rindes,
de forma voluntaria,
entre la humedad de mis caderas.
Me entrego a ti
sin saber tu nombre,
sin pedirte más
que las caricias de tu lengua,
sobre mi cuerpo derrotado.

Me abro a ti

Me abro a ti,
vacía de todo
menos del ansia de amarte.
Me derrota el vértigo
de tu boca sobre mi cuerpo
y regreso a mi,
con el sabor de tu carne
en los pliegues de mis labios.

Mi universo

Mi universo son cuatro paredes
tras las cuales nuestros cuerpos,
líquidos instrumentos
de lujuria desbordada,
transitan, enloquecidos,
con el ansia de no dejar de amarse.

Te recordaré

Te recordaré elevándome
más allá de mi cuerpo.
Sometido al capricho
de mi piel ardiente.
Alejada del mundo
que gira,
caprichoso,
entre el cielo de tus manos.

Me someto a la lujuria

Me someto a la lujuria
hasta perder mis
limites.
Me fundo en ti para hacerte mío.
Me sumerjo en el silencio
para gritar tu nombre.
Me cubro de los restos de tu cuerpo,
hechos ceniza, sobre mi piel.

Luces sombras, ...

Luces sombras,
curvas lineas,
sueños miedos,
llantos risas.
Carne alma,
piel caricias,
bocas manos,
cuerpos vida.
Palabras silencios,
miradas recuerdos,
olvido memoria,
placer, deseo,
tentación infierno.

Ayuda llenar vacíos

Ayuda llenar vacíos con recuerdos
y nostalgias con vértigos serenos.
Una vez te dije que nadie como tú,
y tras todo lo vivido sin ti,
me reafirmo.

Me gusta recrearme

Me gusta recrearme en nuestros rituales,
expresión de una intimidad silenciosa
que nos continúa definiendo.
No me canso de sentir
tu esencia en mi cuerpo.

No tengo intención de ser

No tengo intención de ser,
si no a través de mis sentidos.
No deseo más que amar
con las caricias de mis miradas ausentes,
con el lento sabor de mis manos,
con el húmedo olor de mis labios,
y ese silencio que inunde
tu aliento febril sobre mi cuerpo.

Me desvanezco

Me desvanezco
en la placidez de tus curvas.
Cierro los ojos
y entras en mi,
sólo con tus caricias.
El tiempo se desliza,
furtivo,
como mis dedos
en la profundidad de tu cuerpo.

Te amaré

Te amaré de forma
que no domine mi deseo.
Me transformaré en ese animal
que devorará tu carne.
Me confundiré en tus curvas
hasta estrellarme en ellas.
Viviré el placer que te desborda,
en cada uno de mis sentidos.
Moriré cuando tu silencio,
inevitablemente
me ensordezca.

Ante mí

Ante mí,
las curvas que dibujaré
lentamente
con las yemas de mis dedos,
se ocultan,
firmes,
a la espera de que mi cuerpo,
desnudo,
remueva tu deseo.

Mi cuerpo arde

Mi cuerpo arde
en el calor de tu cuerpo.
Mis labios se confunden
con los tuyos.
Mis brazos te envuelven,
desnudos de todo,
menos de deseo.
Me besa tu piel
y se desbordan mis sentidos.

Sobre mis tacones

Sobre mis tacones,
soy capaz de ver las promesas
que encierra tu mirada.
Me desnudas,
mientras más allá
de este lugar
que es mi cuerpo,
dejo mi piel desnuda
para que descanses en ella.

El sol ilumina

El sol ilumina tímidamente mi cuerpo.
Amanece sobre mi memoria
y me acerco a ti,
para que me desnudes
y me abrigues con tu piel.

Me sumergí

Me sumergí
en la abundancia de tus caderas,
hambrientas del sabor de mis labios,
y te vi reflejado
en las turbias aguas
que anegaron mi boca.

Sobre la cama

Sobre la cama,
mi cuerpo reposa tranquilo
hasta abandonar sus formas,
bajo mis manos...
envueltos mis sentidos en el sonido de tu voz,
a través del teléfono.

Nada podrá borrar

Nada podrá borrar o deshacer
las huellas de mi boca,
entregada y sutil,
sobre el mapa de esa tierra conquistada,
que es tu cuerpo sometido.

Tierno con tus manos

Tierno con tus manos,
fugaz con tus deseos,
seco con tus silencios
y esquivo con mis delirios.