lunes, 31 de diciembre de 2012

CHOCOLATE

Sus labios acarician los bordes con suavidad. Intenta no arder en la voluntad de sentir el placer en estado puro, esa explosión interior que le inunda de calma al percibir el primer golpe de sabor en su boca. Denso, caliente y absolutamente carnal. Tanto tiempo  sin degustar esa sensación y esa textura que, hoy como nunca, despierta todos sus sentidos. Desea gozar plenamente, no dejar nada para una próxima vez.  Retener en su boca, por unos instantes, ese líquido que le da la vida, convirtiéndolo en sublime al mezclarlo con su saliva.
Introduce los dedos empezando por los extremos hasta llegar al fondo, y arrastra cualquier resto sin dar nada por perdido. En un último intento por alcanzar el éxtasis, los introduce en su boca y los dibuja a través de su lengua, hasta dejarlos limpios de cualquier resquicio. Desea que todo rastro ajeno a él, no sea más que un recuerdo. Con discreción, retira una gota que cae por la comisura de sus labios con la punta de la lengua. Lo saborea por última vez. No sabe cuándo, vencido por la tentación, volverá a sucumbir a esa seducción que le abstrae de todo lo que le rodea y le hace  sentir libre.
Se levanta lentamente y se ajusta el pantalón. Respirando una culpa que lo reafirma en su rebeldía, sale discretamente del local y sonríe mientras camina de regreso a casa. Hoy no cenará, para que la inmensa taza de chocolate que acaba de disfrutar no arruine la analítica prevista para la mañana siguiente.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Acostumbrate a mi piel ...


Acostumbrate a mi piel,
a mi deseo de sentirte,
de hacer
de mi cuerpo tu cuerpo.
De encontrar
sentido a mi vida
en cada uno de tus huecos.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Deja que te hable ...



Deja que te hable,
que mi boca te diga
que hay algo más que palabras.
Que puedo morir de mil formas,
encerrado cada madrugada
en la prisión de tu alcoba.



sábado, 22 de diciembre de 2012

Tormenta de carne ...

Tormenta de carne
en la que me hundo.
Lluvia de deseo
que despierta mi instinto.
Mar de sábanas
en el que sin remedio me ahogo.
Piel que me lleva
a la brevedad de la muerte,
cada vez que me roza.





viernes, 21 de diciembre de 2012

Te abro al mundo ...

Te abro al mundo
que cabe entre mis manos.
Universo único y carnal
que te llevará a un lugar
al que nunca fuiste.
Ardiente y sexual,
viajarás sin dar un paso
a esa tierra húmeda
que nace en tu vientre,
para morir
entre mis labios.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Me quema tu carne.




Me quema tu carne.
Me llena de vida,
me hace vibrar.
Me adentra en un mundo
en que todo es posible;
matar por tu piel,
morir en tus brazos.
Sentir que no hay nada malo
en entrar a escondidas
en todos mis deseos,
en cada uno de mis pecados.





miércoles, 19 de diciembre de 2012

Con tu piel como mapa ...



Con tu piel como mapa,
tus manos como ancla
y mi cuerpo como frontera,
la travesía de mi boca
una de mis noches,
es una vida entera.



martes, 18 de diciembre de 2012

Mi juicio final ...

Mi juicio final llegará
cuando tus brazos me abriguen,
derribes todos mis muros,
pierda de vista el mundo,
y respire con tu aliento.

Será ante tu cuerpo de testigo,
sin más delito
que querer mover el mundo
con el dedo no equivocado,
aunque sólo sea un segundo.





lunes, 17 de diciembre de 2012

Tras los cristales ...




Tras los cristales
espero tu regreso,
me asomo al mundo sin miedo,
me encuentro desnuda,
me pierdo.

Acerco mi piel a ese cielo
que fue tu ayer en mis brazos,
el tiempo divide mi vida
entre mi deseo y tu paso.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Nadie sabe los secretos ...




Nadie sabe los secretos
que encierra tu cuerpo.
Las curvas que se esconden
de mis caricias,
el hambre de mis manos
bajo tu ropa.
Nadie sabe los secretos
que tengo para amarte.
Mis dedos,
pincel sobre tu piel
en blanco,
mis sueños, uno a uno,
desgranados en el vértigo
de tus brazos.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Bajo tu piel ...





 


Bajo tu piel,
no hay agua que me moje,
fuego que me queme,
o silencio que me despoje
de este deseo que me adormece,
enterrada en tus labios.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Me alimento de ti.

Me alimento de ti.
Sumergido
en el delirio de tu carne,
no encuentro otra salida
para mi sensual locura,
que el deseo de morir
cada tarde en ese mar de tu cuerpo,
que me da la vida.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Te miro en la distancia ...





 

Te miro en la distancia,
desde mi cuerpo sometido
a tus caprichos carnales.
Cubro con mi memoria
todos los rincones
que arrasé con mi lengua,
cuando me permitiste amarte.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Sobre ti ...

Sobre ti,
como un animal hambriento,
sin más estrellas en mi noche,
que el sudor de nuestros cuerpos.
En ti,
tras subir hasta tu pecho
y caminar todas tus calles,
para acariciar tu vientre
y silenciar con mi boca
todas tus soledades.



martes, 11 de diciembre de 2012

Quiero empaparme de ti ...

Quiero empaparme de ti,
convertir mis manos en fuego,
no apagar ni una sola
de mis llamas
si no es en la humedad
de tu boca.
Que no tengas otra forma
que mis labios hambrientos,
y que tu piel
no me diga adiós
si no es
para amarme a solas.





lunes, 10 de diciembre de 2012

Te alejas de mi lecho ...

Te alejas de mi lecho,
convirtiendo el paraíso
de mis caderas
en un terreno yermo.
Se marcha
contigo la luz, sinuosa
como mi lengua
resbalando sobre tu espalda,
corrigiendo los errores
de no haber besado tus labios
cada una de mis noches.



domingo, 9 de diciembre de 2012

Crecen las ganas ...

Crecen las ganas,
se recrudece el invierno,
se sienten los roces,
y acecha el paso del tiempo.
Sin más limite ni cordura,
que pasar toda una noche
bajo la tormenta
que tus besos
provocan en mi cuerpo.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Acaricio mi cuerpo.

Acaricio mi cuerpo.
Labro con mis dedos
los campos
que ayer tus labios recorrieron.
Y hago latir los rincones
que vivieron un instante,
bajo el fuego de tus besos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Sobre tu vientre ...

Sobre tu vientre
duermen todas mis miradas,
mis noches de lluvia,
mi vida sin prisa ni demora.
Entre mis manos
aguardan sueños impacientes,
caricias que ayer fueron miedo
y mi carne mojada
a la espera de tocar el cielo.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Sucumbir en tu carne...

Sucumbir en tu carne
notar los latidos
de tu vientre,
morir sobre ti,
volver a amarte.
Alejar de nuestros cuerpos
toda voluntad,
ser instinto.
Morir de deseo
en esa orilla lejana
que es tu cuerpo
en el mio.





miércoles, 5 de diciembre de 2012

Envolverte en mis brazos

Envolverte en mis brazos,
convertir en música
mis palabras,
inundando tus oídos.
Alejarte con mis besos,
de ese mundo incierto
que nos hace extraños.
Beber de ti
para quedar preso
de ese momento,
de ese universo
que forma mi sombra
sobre tu cuerpo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Sentir el calor húmedo ...

Sentir el calor húmedo
de tu deseo
sobre mi piel.
Desembocar,
mis sentidos,
en el mar embravecido
que te alberga
entre mis manos.
Esparcir,
sobre mi lecho,
los restos que mañana
me dejará tu ausencia.
Ser libre
al acariciar tus pechos y volar.

lunes, 3 de diciembre de 2012

GUSTO

Breve e intenso. Es lo que pensó al estrechar su mano cuando les presentaron. La rutina diaria, desde aquel momento, la marcó el trabajo de vigilancia del Presidente del Tribunal Supremo, ocupando  siempre la posición que las estrictas normas de custodia personal le imponían. No podía ni debía relajarse un instante. 
Hoy, coincidiendo con la finalización de un congreso, cenan en un restaurante de lujo, a salvo de indiscreciones. Tras un mes pendiente de él, sin separarse más de lo necesario, empieza a conocer a la persona, al ser humano que se esconde tras el cargo. Unas horas en las que se acercarán el uno al otro, se aprenderán sin evitarse y no dejarán de mirarse como dos adolescentes. Ni al abandonar el reservado, ni al caminar por el pasillo del hotel, ni en el interior del ascensor que les conduce a la suite. Allí compartirán una copa que, ambos saben, es el principio de una historia que a ninguno de los dos importa cómo finalice. Se acercarán poco a poco, hasta que la separación entre los dos sea inexistente, y se fundirán en un beso largo que, de forma inconsciente, medirá la profundidad de sus bocas. Sólo pasan unos minutos hasta que son capaces de rendirse al deseo que albergan.


Ya en la cama, aquel hombre de mediana edad y despojado de cualquier cargo, ve tambalearse sus convicciones en cada una de las caricias que recibe de aquel cuerpo esculpido en la regularidad del ejercicio físico. No sobrevive a la idea de ser fiel a sí mismo, de no amarlo durante toda la noche. Es lo que piensa antes de empezar a deshacerse sobre los pliegues de su nuca, que descansa sobre la almohada. Con suavidad, explora con la lengua las curvas de su cuello que, libre de todo lo que no es el calor de su aliento, le hace estremecer. Contempla con envidia esa espalda y la protege con su torso. Con delicadeza, le obliga a girarse e inicia el camino que, irremediablemente, le llevará hacia su pecho. Lo recorrerá, primero con sus manos, más tarde, con la lengua empapada en los restos que llenaron el vaso. Todo tiene un sabor desconocido, lleno de matices. Un ligero resto de alcohol mezclado con el sudor que remarca, aún más, su deseo desbocado. Abarca entre sus manos esas caderas, duras como piedras, que limitan el deseo que amenaza con estallar entre esas piernas. Cuando ya el placer asoma en la parte inferior de su espalda, se deja caer sobre la cama. Ajeno a todo, incluso a sí mismo, para que el vértigo se transforme en caída libre, en un placer hasta ahora desconocido. Siente cómo su carne se abre, lenta y con una mínima resistencia, dejando paso a una forma de amar desconocida para él hasta ese momento. Amanecieron, uno junto a otro, tras agotar las horas que dedicaron a saborearse, hasta que una mínima discreción y la preparación del próximo acto oficial obliga al escolta a ocupar la habitación contigua. Más tarde, sólo en la suite, se justificará antes su mujer por el descuido de apagar el móvil durante toda la noche.

Durante el almuerzo el escolta observa, con disimulada satisfacción, cómo le busca con la mirada. Vuelve a su memoria aquel apretón de manos. Breve e intenso. Como sus convicciones. Como su aplomo ante los medios de comunicación. Como cada uno de los viajes emprendidos, esa noche, bajo su cuerpo. Como su voz, la primera vez que cruzó unas palabras con él. Como su primera frase: "el gusto es mío."  

domingo, 2 de diciembre de 2012

Mi mirada deshace ...

Mi mirada deshace
los nudos de tu recuerdo
en mi piel,
que acariciaste
sin haber conocido.

Y sobre la que leíste
las letras de tu nombre,
en la desnudez
de mis caderas escrito.



sábado, 1 de diciembre de 2012

Quiero arrancar el blanco ...

Quiero arrancar el blanco
de tu cuerpo.
Alejar de tu piel
el último adiós,
el primer te quiero.
Dejarte sin nada,
mojarte en mis sueños,
no tener más color
en tu mar o en tu cielo
que mis dedos de luz
levantando tus velos.