miércoles, 19 de febrero de 2014

Mientras las palabras huyen


Acabo de encontrar
el tiempo que no te tuve.
Fotos en blanco y negro,
sendero que nunca anduve,
beso furtivo una tarde sin día.


Acabo de encontrar
tu eterna promesa de amarme.
Cartas leídas mil veces
que mataron la distancia,
veneno que bebí de tu cuerpo
y que borró toda amargura.
Horas ahogadas en nada,
noches de sábanas oscuras...
Eterna espera,
deseo de amar vencido por las dudas.
 
 
Acabo de encontrar
el deseo que me consume.
El placer de alzar el vuelo,
si imagino tus manos
abrazando mi cintura.
Momentos que despejan la niebla
y que me permiten rozar tus labios,
mientras las palabras huyen.



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