miércoles, 26 de febrero de 2014

En el otoño de tus labios

Habrá que acostumbrar
cada pedazo de mi alma,
a ese despertar con sabor amargo.


Tendrá, el tibio sol que me despierta,
que despojarme de las horas inciertas
al mismo tiempo que deshace,
con su calor,
todas las dudas
que nuestras almas encierran.


Encontraré, quizás,
en todas tus vidas
y en el otoño de tus labios
las verdades olvidadas...
Como se encuentran las viejas cartas
en el fondo de un armario.


Puede que entonces
me desvista el viento,
se encuentren nuestras miradas
y se humedezcan, por fin,
mis sábanas blancas. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario