lunes, 23 de diciembre de 2013

Me besaste más allá de mis labios

Del roce de tu piel
no me queda nada...
Ni del sublime placer
de entretener mis sentidos,
ni ese esperar amanecer
en mi pecho,
tras el vértigo, dormido...

De las noches
en las que se encontraron
mi desnudez y tu saliva,
apenas queda ni un hálito de vida...

De aquellos momentos
en los que tu sensual norte
descansó al final de mis piernas,
en los que tus caricias fueron eternas,
no queda ni un recuerdo...

De aquellas tardes
en las que me besaste más allá de mis labios,
no retengo ni un instante.
Tan solo la realidad de un sueño,
del que fuiste el único dueño.
Ni siquiera pude dejar mi adiós de carmín,
manchando tu espejo.

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