martes, 22 de octubre de 2013

Atada a tus caderas

Despertar
atada a tus caderas,
no recordar, hasta que te conocí,
ni mi nombre ni la mujer que era.
Esperar que me llenes tú,
no la madrugada,
y dejarme caer
rompiendo las invisibles cuerdas que me atan.
Sentir el fino palpitar
de tu alma en mi cintura,
adueñarme de tu carne,
dejarte ir,
volver a amarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario