Aquí estoy.
Mitad paraíso, mitad infierno,
sumergida en inconscientes deseos,
anegada en imposibles sueños.
Aquí estoy.
Con el alma hecha girones,
creyendo ver tu pecho y su calor,
derramado sobre todos mis rincones.
Sin nada que darte,
si no es mi naufragar en cada uno de mis instantes.
Aquí estoy.
Tropezando a cada paso con el charco
que queda tras la derrota de mi cuerpo,
lejos de tus manos.
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