jueves, 11 de septiembre de 2014

El mundo en mis caderas.


El mundo en mis caderas,
mi piel como equipaje,
tu mirada,
mi estación de destino,
y este viaje sin vuelta,
mi carnal desatino.
Sin más vía
que este celo que me invade,
mi boca se deshace en tu nombre,
y el final de mis piernas se estremece.
Me acerco a ti,
sin tocarme, te siento.
Y lentamente, me quemo.







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