miércoles, 26 de marzo de 2014

Te dije

Te dije que te llevaría al cielo.
Que mis labios arrancarían,
como las olas cuando se estrellan,
las arenas que hicieron de tu piel
una tierra áspera y desierta.


Te dije que te haría volar,
sentir el vértigo de caminar
sobre una cornisa.
Que nunca te despertaría con un beso,
pero que mis labios se desharían
en bañados en líquida sonrisa.

Te dije que marcarían las horas,
el suave balanceo de mis caderas.
Que, al embriagarte de mi pecho,
dejarías de ser lo que eras.


Te dije tanto y olvidé decirte
que cuando me des el primer beso,
habrás vendido tu alma
tras arder en el mar abierto de mi pecho.


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