sábado, 18 de enero de 2014

Sin pronunciar ni una palabra.




Me gusta ver amanecer
con tu cuerpo
como único paisaje.
Cielo tormentoso y carnal
al que me elevo
en cada uno de mis viajes.
Me gusta
dejar atrás la noche
con mi boca cansada,
después de tenerla en tu cuerpo,
sin pronunciar ni una palabra.


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