Atada a mi deseo,
a mis sueños,
a mi realidad de seda y cuero.
Atada a sábanas que gritan,
frías de ausencia,
a caricias que, sin llegar,
visten de negro mis besos.
Atada a mi adiós
oscuro y de acero,
de habitación cerrada y gris...
Atada a tu recuerdo.
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