Distante,
casi acorralada,
sin apenas ayuda... se inclina y le mira fijamente.
Su olor la penetra atravesando su vestido negro,
sonríe mientras trenza sus cabellos y a la vez pasa la lengua por sus labios.
Se vuelve a acomodar en la silla y mueve la pieza mientras sonríe.
Acaba de ganar la partida y no puede evitar decirle en voz alta: jaque al rey.
casi acorralada,
sin apenas ayuda... se inclina y le mira fijamente.
Su olor la penetra atravesando su vestido negro,
sonríe mientras trenza sus cabellos y a la vez pasa la lengua por sus labios.
Se vuelve a acomodar en la silla y mueve la pieza mientras sonríe.
Acaba de ganar la partida y no puede evitar decirle en voz alta: jaque al rey.
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