domingo, 5 de octubre de 2014

Alma


Imaginar que cojo tu mano,
que siempre te amé,
que tu calor nunca fue extraño.
Soñar que me envuelves,
que mis curvas,
tierra mojada y sabor amargo,
se rompen.
Sentir que mi respirar te evoca,
que te pronuncia mi alma erizada,
que, sin rozarme, me tocas.


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