miércoles, 27 de agosto de 2014

De ráfaga súbita.


Fuerte,
tempestuosa,
de ráfaga súbita.
Encontrando tu huella
en todas mis lagunas.
Apasionada,
firme,
de soledades abiertas
y caderas hambrientas.
Imprevisible,
carnal,
convirtiendo deseo
en inevitable manantial.
Caótica,
precisa,
midiendo mis angustias,
acechando tus noches,
para beberte sin prisa.


 

2 comentarios:

  1. Este poema parte de una definición que me gustó. Es un retrato casi exacto, unos trazos descarnados, y negro sobre blanco, una confesión salida de las entrañas. Eso lo hace, para mí, especial.

    ResponderEliminar