Fuerte,
tempestuosa,
de ráfaga súbita.
Encontrando tu huella
en todas mis lagunas.
Apasionada,
firme,
de soledades abiertas
y caderas hambrientas.
Imprevisible,
carnal,
convirtiendo deseo
en inevitable manantial.
Caótica,
precisa,
midiendo mis angustias,
acechando tus noches,
para beberte sin prisa.
tempestuosa,
de ráfaga súbita.
Encontrando tu huella
en todas mis lagunas.
Apasionada,
firme,
de soledades abiertas
y caderas hambrientas.
Imprevisible,
carnal,
convirtiendo deseo
en inevitable manantial.
Caótica,
precisa,
midiendo mis angustias,
acechando tus noches,
para beberte sin prisa.
Tu estilográfica sigue afilada.
ResponderEliminarEste poema parte de una definición que me gustó. Es un retrato casi exacto, unos trazos descarnados, y negro sobre blanco, una confesión salida de las entrañas. Eso lo hace, para mí, especial.
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