Bajo tu cuerpo,
sin más peso
que la carne que acelera mi pulso,
y me deja sin aliento.
Sin otro amanecer
que encerrarme en tus latidos.
Mis manos, pasión a tientas,
tu cuerpo, dentro del mío.
Sin distancia,
marcando las caricias,
deseando verte naufragar
en el mar abierto que inunda mis piernas.
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