Mi cuerpo,
ese templo lejano
que adoras con devoción
pagana,
se recrea en ti.
En la carne que mi boca pueda besar,
en la piel que mis manos
deseen abarcar,
en los silencios que en mi garganta hagas quebrar.
ese templo lejano
que adoras con devoción
pagana,
se recrea en ti.
En la carne que mi boca pueda besar,
en la piel que mis manos
deseen abarcar,
en los silencios que en mi garganta hagas quebrar.
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